La salud y la enfermedad como nunca te la habían contado
Fernando tiene 40 años, está muy preocupado porque su papá tuvo un infarto a los 50 años, tiene además diabetes y colesterol elevado; su madre tuvo un ataque cerebrovascular (trombosis cerebral) a los 60 años y tiene la presión arterial elevada. Me pregunta ¿Puedo tener un infarto o una trombosis como mis padres?
Después de escuchar atentamente a Fernando y revisarlo, encontré que tiene obesidad, pesa 92 Kg y mide 1.66 m, tiene un índice de masa corporal de 33.4 Kg/m2, y además, tiene un perímetro de cintura (barriga) de 100 cm. Le encuentro la presión arterial ligeramente elevada, sin considerarse todavía hipertensión arterial (132/86 mmHg). Nunca se ha realizado un chequeo médico para evaluar su salud ni evaluar sus riesgos.
Fernando tiene una tienda, trabaja desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche, duerme poco por sus labores y vive preocupado todo el tiempo por sus labores cotidianas. Es casado, tiene 2 hijos, su esposa dice que ronca cuando duerme y que permanece cansado todo el tiempo.
Le explico a Fernando que es necesario evaluar su estado de salud, puesto que la obesidad (exceso de grasa en el cuerpo), la presión arterial, los antecedentes familiares en sus padres y el hecho de no dormir bien, roncar en la noche y vivir preocupado todo el tiempo, pueden incrementar el riesgo de tener alguna de estas enfermedades temibles, un infarto al corazón o un ataque isquémico cerebral (trombosis).
Hasta este punto, Fernando se encuentra abatido y más preocupado de lo que vino, noto esta condición, pero le tengo una buena noticia a Fernando: esto NO es una condena, y estamos a tiempo para tomar correctivos.
Muchas de las enfermedades que llamamos "crónicas", como hipertensión arterial, diabetes, apnea del sueño, colesterol elevado e hígado graso, están relacionadas con nuestros hábitos de alimentación, comportamiento, patrones de sueño y descanso; y en algunos casos, a la herencia y la genética que podemos heredar de nuestros padres y ancestros.
🧬Hasta este punto, te preguntarás: si existe un componente genético o hereditario, ¿ya estoy condenado a tener la enfermedad? La respuesta es que muy probablemente NO. En la mayoría de los casos, las enfermedades crónicas tienen un componente genético que está siempre condicionado a lo que en ciencia llamamos "epigenética", "epi" del griego "encima de" la genética.
En los últimos años, se ha descrito que las enfermedades crónicas (hipertensión arterial, diabetes, hígado graso, apnea del sueño, colesterol elevado) comparten causas y mecanismos en común, uno de los mecanismos que ocasionan estas enfermedades es la activación constante del sistema inmunológico o "inflamación" (metainflamación). Esta inflamación está estrechamente relacionada con lo que somos y hacemos (comportamientos, actitudes y hábitos), y un sitio donde se origina más frecuentemente la metainflamación, es el intestino, que está estrechamente relacionado con lo que comemos.
En consecuencia, podemos tener una predisposición a padecer enfermedades, pero desarrollarlas depende en gran medida de nuestro comportamiento y del cómo: ¿Cómo comemos? ¿Cómo dormimos? ¿Cómo respondemos ante situaciones del estrés cotidiano? ¿Cómo nos movemos? ¿Cómo activamos los músculos?
Y retomando el caso de Fernando, es posible que, aunque existan factores predisponentes, en definitiva, podemos tomar el control antes de que las enfermedades aparezcan, o si ya aparecieron, tomar el control para reducir su impacto en la calidad de vida y en los años de vida.
¿Conocías estas cosas sobre las enfermedades crónicas?
¿Conocías esto sobre la metainflamación?
¿Te sentiste identificado en algún momento con Fernando?
¿Deseas conocer cómo está tu salud y cómo prevenir las enfermedades crónicas, gozar de una buena salud y tener calidad de vida?
Gemini_Generated_Image_oxrvi1oxrvi1oxrv.jpg486.71 KB ** Fernando no es un nombre real, fue cambiado para evitar su identificación. La imagen presentada es generada por inteligencia artificial y no corresponde con la imagen de una persona real.